Sobre las brujas y su historia: Dando luz a la bruja
En las fábulas populares de todos los tiempos y de todas las culturas aparecen brujas, meigas, sorgin, chamanas, witch, strega, Hexe, Sorcière…
Bruja: “Mujeres enamoradas del conocimiento, que lo van a buscar y lo encuentran”.“ La bruja está cuando la podemos mirar y no está cuando la miramos, igual que las estrellas, las mires o no, están para brillar”. Núria Beitia
Bruja: s. XIII; de origen incierto, probablemente prerromano, quizás de *vroiksa, del celta. vroikos ‘brezo’, por el hecho de reunirse las brujas en lugares del bosque con brezos.
Según el diccionario: 1. Mujer que practica la brujería. 2. Mujer vieja, fea, mala. 3. “Hacer correr la Bruja” (“Fer córrer la Bruixa” en catalán: Utilizar el soborno y otros medios inconfesables para obtener alguna cosa).
El mundo proviene de una naturaleza renovable, cíclica, repetitiva, regenerable, constantemente cambiante.
Existen diferentes estudios e investigaciones que explican que hace muchos y muchos años y hasta el 1250aC (aproximadamente) en la tierra se vivía de una manera muy diferente de la que conocemos. Una vida que se organizaba según la “Matrística” (concepto aprendido de Marianna García Legar y su libro «La Rueda de Izpania»). Se veneraban a diferentes diosas como Innana, Ereshkigal, Isis, Artemisa… En aquellos tiempos el orden de la vida tenía un equilibrio entre todas las plantas, animales, personas, seres… Se veneraba la vida, la fertilidad y la capacidad femenina para procrear, se honraban por igual la Luz y la oscuridad, la vida y la muerte, el masculino y el femenino. Los hallazgos arqueológicos demuestran que las primeras representaciones simbólicas del paleolítico hace unos 2,5 millones de años (en África) eran de carácter religioso y eran figuras femeninas.
Pero hubo un momento en la historia en que se libró una batalla entre dos aspectos de la psique humana, en un momento crítico de esta, cuando las funciones racionales y luminosas, bajo el signo del héroe y la masculinidad, derrotaron a la fascinación del misterio de los más profundos niveles del alma, así la luminosidad era representada por dioses solares y la oscuridad quedaba representada por las diosas femeninas.
Siguiendo por los finales de la edad media (s.V-s. XV) y comenzando la edad moderna (s. XV- s. XVIII)
Las brujas eran unas grandes conocedoras de las plantas medicinales y sus propiedades, las cuales utilizaban para la preparación de pociones, ungüentos y amuletos para curar a personas y animales. Eran mujeres conectadas con la naturaleza, con ellas mismas y con sus ciclos. Muchas de las plantas que utilizaban estaban relacionadas con los ciclos femeninos: abortivas, reguladoras del ciclo menstrual y facilitadoras de los partos.
A las brujas también se les encargaba embrujos para conseguir el amor, o cualquier cosa que alguien deseara conseguir. El deseo estaba en un punto central y eso era una revolución en aquella época tan represiva, ponían en el centro lo que querían hacer y no lo que tenían que hacer. Representaban una entrega a la vida (y no al mandato del poder y la iglesia).
A partir del siglo XIII y hasta el s. XVIII. La brujería fue perseguida y condenada, tanto por la inquisición como por la autoridad civil. Las brujas son mujeres que practican el arte de la curación, la adivinación y la magia, pero sobre todo eran muy sabias porque conocían perfectamente a la naturaleza y esto les daba poder. Fue un momento de cambios socioeconómicos y socio simbólicos.
Las brujas practicaban rituales y culto a diosas paganas, una espiritualidad diferente de la establecida, ligada a la naturaleza, la feminidad y el poder de la mujer, que durante la edad media se “intentó exterminar” a través de la imposición del cristianismo. En esta época la naturaleza era superstición y se tenía que creer en la ciencia y en Dios. Por influencia del cristianismo se considera el demonio como espíritu del mal. La creencia de que el demonio puede poseer a las personas, comportaba que toda persona que se dedicara a curar a l@s otr@s, a la adivinación u otras cosas “fuera de lo normal”, fuera mirada como sospechosa de tener contactos con el demonio. A las acusadas en cualquier territorio europeo se las culpaba de participar en fiestas y orgías con el demonio.
La filosofía escolástica cristiana dio una base jurídica para la persecución de las brujas. La obra “Malleus Maleficarum” crea una clara figura del delito de brujería y una manera o procedimiento jurídico para su persecución.
Durante la edad media se quemaron vivas o se colgaron en la plaza, después de ser torturadas, cerca de medio millón de personas acusadas de realizar actos de brujería. Además, el resto de los miembros de sus familias eran repudiados y marginados por todas la gente. En esta época Europa tenía una población aproximada de tres millones de habitantes. Esta persecución provocó mucho miedo, crueldad y sufrimiento en muchas personas.
Este escrito está hecho para agradecer a las brujas y todas las personas que han dedicado su vida al Amor y conocimiento de la Naturaleza y todos los seres que en ella habitamos. Con la intención de poner una semilla de luz a su recuerdo, no me gusta la imagen que dan en los cuentos tradicionales. Las brujas son mujeres libres, sabias, llenas de vida y Amor. Quiero agradecer a Sara Cufí, Eva López y Mària Alòs por crear juntas el proyecto: «El laberint de la bruixa» (el laberinto de la Bruja), proyecto que hizo que uniéramos nuestro profundo sentir de dar luz a las brujas y que yo escribiera este escrito.
La información expresada está impregnada de la sabiduría compartida por Carme Bosch en el curso “Les flors de les bruixes” (Las flores de las brujas), por Núria Beitia en la formación “El viaje de la mujer cíclica”, Corral Herrera Gómez en la web mujerpalabra.net, el libro «La Rueda de Izpania» de Marianna Garcia Legar, otras búsquedas personales y mi sentir profundo.
Montse Romero Morillo